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¿Qué necesitamos para lograr un cambio?

En septiembre 2015, inició el proyecto FORMAGRO, ejecutado por SUCO y sus contrapartes ALLPA e IDMA (Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente) en las regiones de Ancash y Lima. Iniciando la intervención, era claro que el crecimiento económico del Perú había enfatizado la división entre el mundo urbano y el mundo rural agrario que veía migrar a sus jóvenes ante la falta de oportunidades. En este contexto, el proyecto FORMAGRO, una apuesta por revalorizar la carrera agropecuaria, desarrollo sus actividades en coordinación con los actores locales, para capacitar a la población joven en producción agropecuaria sostenible, transformación de productos y gestión de emprendimientos sostenibles.

Cinco años después, más de dos mil jóvenes egresaron de nuestros cursos de formación, realizados en alianza con 11 Institutos de Educación Superior Técnico Productiva (IESTP) y Centros de Educación Técnico Productivo (CETPRO) de 8 provincias de las regiones Ancash y Lima. Los testimonios de jóvenes nos demuestran que encontraron en este recorrido un incentivo para construir sus proyectos de desarrollo personal en base a una agricultura sostenible, desarrollaron su potencial de innovación y dieron mayor proyección a sus emprendimientos accediendo a nuevos mercados.

La experiencia del FORMAGRO ha favorecido en gran medida a valorar el mundo rural y las actividades agropecuarias en la juventud, contribuyendo a la reducción de la migración rural. El trabajo colaborativo y concertado entre una diversidad de actores ha permitido una intervención que responda a las necesidades identificadas. Culminando el proceso de intervención, vemos jóvenes que lideran un proceso de desarrollo rural sostenible, adaptado al contexto del cambio climático, y que tomaron protagonismos en su región gracias a la diversidad de sus iniciativas de emprendimiento y al valor agregado de sus productos provenientes de la agricultura familiar.

Llegando al cierre del proyecto FORMAGRO, reflexionamos sobre el cambio global que queremos en la producción y el consumo de alimentos para el futuro. Cada vez más organizaciones coinciden en promover e impulsar formas de producción sostenibles, como la agroecológica. además de incentivar la población a adoptar una dieta más saludable y menos dependiente de los productos procesados.

¿Qué necesitamos para lograr el cambio?

La experiencia nos demuestra que debemos favorecer la comercialización directa de los productos en espacios comerciales de proximidad como las ferias y los mercados locales. Las cadenas de comercialización cortas, además de permitir el acceso a productos agroecológicos, favorecen la comunicación directa y la relación de confianza entre personas productoras y consumidoras.

Apostar por los centros de formación públicos de las zonas rurales, mejorando sus centros de producción e investigación, nos ha enseñado que permite llevar adelante procesos formativos que responden a las necesidades productivas de la población local. Un aspecto clave es el involucramiento de las autoridades locales y se debe escalar los procesos exitosos a nivel nacional.

Fue un honor y un verdadero gusto acompañar a las y los líderes del desarrollo rural en esta gran aventura humana que ha sido el proyecto FORMAGRO.  Las y los jóvenes, con su gran capacidad de adaptarse, de innovar, así que sus ansias de aprender y el orgullo por sus localidades son parte del futuro que queremos para este mundo.

Émilie Lemieux
Directora del proyecto FORMAGRO
SUCO