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Experiencia de Bio WOW
David de la Cruz junto a su hermano y hermana remueven con una pala una masa de residuos orgánicos de la cual sale una especie de humo. Al acercarse a esa masa, se siente un calor que emerge de esta: es la mineralización de los residuos orgánicos que tiene una reacción exotérmica que, para los que nunca lo hemos visto, cuesta creer y que se convertirá en un excelente abono orgánico para sus cultivos en sus sistemas agroecológicos. Esta es una técnica japonesa de nombre bokashi que han aprendido durante las asistencias técnicas del proyecto y que ponen en práctica al comprobar su ecacia y efectividad.
Cerca de la casa de David está su invernadero donde crecen sus almácigos que en unas semanas se convertiran en tomates, cebollas, lechugas y otros productos comestibles. En el invernadero, David siembra con un cuidado de cirujano las semillas y se atreve a experimentar con cruces de plantones para tener nuevos frutos adaptados al capricho del clima de Macashca.
Pero la curiosidad de David por este tipo de cultivos y de cultura sobre una buena alimentación con prácticas agroecológicas no es reciente: en el año 2018, junto con otros productores con la misma visión que él, fundaron la Asociación Bio Wow, de la cual es presidente actualmente. Los productos de la asociación se comercializan a nivel nacional y en las ferias donde se presentan son los primeros en terminar sus productos por la calidad de los productos que ofrecen y el especial cariño con el que cuentan su historia.
Pero estas prácticas agroecológicas que David implementa tienen otro objetivo. Según nos menciona, entre un 70% a 80% han aumentado las enfermedades crónicas en Huaraz, especialmente las gastrointestinales, y está convencido que en gran parte es debido a la alimentación con productos cultivados con pesticidas y abonos químicos que dañan a la salud de las personas.
Las asistencias técnicas del proyecto para hacer abonos orgánicos como el biol o bokashi les ha permitido ir mejorando su producción orgánica de productos libres de agroquímicos para tener un impacto positivo en la alimentación de los consumidores; sin embargo, es consciente que es un camino largo el cambiar los paradigmas en alimentación en las personas, pero está convencido que al probar ellos sus productos, estos comprenderán la gran diferencia entre los alimentos producidos en sistemas agroecológicos a sistemas industrializados.
David junto con sus hermanos terminan una jornada más de cuidar a sus cultivos. Pronto empezarán a llegar las heladas y van pensando en estrategias junto con el equipo técnico de IDMA, nuestro socio local en Huaraz, para evitar que los cultivos perezcan ante estas bajas de temperatura de menos 0 °C. Todo tiene una solución si se sigue el modelo que la naturaleza nos muestra en sus bosques y su armonía.