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El uso del carbón vegetal cómo fuente de energía, data posiblemente desde la creación del fuego, por lo tanto, es una actividad muy arraigada a los patrones de subsistencia del ser humano.
En el Perú se consume más de 20 millones de kilos de carbón vegetal. Se estima que cada hectárea de bosque podría producir de 1000 a 1200 kg. de carbón vegetal y su calidad (duración, temperatura y otros) es dependiente del tipo de especie de árbol, siendo en la selva el shihuahuaco, el más utilizado y en la costa, el algarrobo.
Hace poco el portal de noticias de Servindi, publicó una nota relacionada a una investigación periodística de OjoPúblico que señalaba que varias empresas conocidas de nuestro medio usaban carbón vegetal en sus procesos de producción, incluso por “los vacíos normativos en la producción permiten que madera de origen dudoso llegue fácilmente al mercado, incluso con certificación forestal “sostenible”.
En respuesta a tanta presión en el bosque y a la fuerte demanda del carbón vegetal, nacen alternativas innovadoras de alto impacto como el ecocarbon y el bioleño. El primero es el mejor perfilado cómo una alternativa que ayuda a reducir los altos índices de deforestación por esta actividad.
Desde hace aproximadamente 10 años en la región San Martín se gestó la iniciativa del Ecocarbon, el cual es liderado por la empresa Industrias Ecoamazónicas, cuyo proceso inicial fue consolidar a escala piloto y evaluar la viabilidad del ecocarbon.
Hoy con el financiamiento de la Unión Europea y en el marco de la ejecución del proyecto Circulando en la Amazonía se ha logrado estandarizar y validar el protocolo de producción de ecocarbon en un escenario de escalamiento comercial.
Este producto es muy prometedor pues tiene una capacidad calórica superior a 22 mil kcal/kg. comparado con el carbón vegetal que está en el orden de 900 kcal/kg. El tiempo de duración es el doble que la duración del carbón vegetal y los niveles de toxicidad son menores al 7%, valores que están dentro de los límites permisibles, comparado con el carbón vegetal cuyo nivel de toxicidad supera el 50%. Es decir, altos niveles furanos, dioxinas y HAP; este último es el más cancerígeno.
El ecocarbon se genera con residuos de la agroindustria, principalmente con la cáscara del coco, la pepa de aguaje y otras 36 biomasas más ya identificadas, cuyo proceso de reciclado de estos residuos se alinean perfectamente a los principios de la economía circular, generando y potenciando el valor real de la materia prima.
El proyecto Circulando en la Amazonía es una iniciativa de Terra Nuova Perú en alianza con la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ucayali, COSPE y ANPE Perú, con el apoyo de la Unión Europea.